Mostrando entradas con la etiqueta Wilt. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Wilt. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de marzo de 2009

Wilt: el irreverente personaje de Sharpe (Tercera Parte)


El humor catastrófico, accidental y ácido del novelista británico Tom Sharpe sigue ganando miles de adeptos en todo el mundo desde hace décadas. En la estupenda edición Compactos de Anagrama podemos encontrar los catorce títulos que conforman la obra del octogenario escritor.

En sus cuarenta años como narrador, Sharpe ha sabido trasladar al papel los absurdos de la sociedad que ha vivido. Ha caricaturizado a la humanidad y ha llevado a sus personajes al límite con el fin de provocar en el lector una carcajada inmediata, al tiempo que nos ha demostrado que en nuestras ciudades, universidades u hogares pueden sucederse, de la noche a la mañana, todo tipo de situaciones surrealistas e inverosímiles producto de la ineficacia de las leyes, la estricta burocracia, los anticuados principios y, sobre todo, la estupidez humana.

Ancianos desencantados con la vida moderna, esposas desesperadas y hombres algo bobalicones, limitados e ineptos sexuales son los protagonistas de novelas tan disparatadas como Zafarrancho en Cambridge, El temible Blott, Reunión Tumultuosa o Wilt, entre otras.

Las fatídicas aventuras y peripecias de este último, marido desencantado y padre desquiciado, tienen su punto y final, hasta la fecha, en Wilt no se aclara (2004), novela que cierra la tetralogía sobre el personaje más popular de Sharpe. Sin menospreciar al resto.

En Wilt no se aclara la proximidad de las vacaciones se convierte para Henry Wilt en una auténtica pesadilla. Si ya es ardua la tarea de controlar las salidas de tono de los profesores de la escuela politécnica, más dura es la labor de entretener y cuidar de sus cuatro hijas y convivir con su inmensa y combativa esposa Eva, que desea pasar el período estival en casa de unos acaudalados y retrógrados familiares estadounidenses. Pero Wilt quiere soledad, tranquilidad y caminar por una arcádica Inglaterra. Así que cada uno tomará direcciones diferentes. Lo que no puede prever nuestro protagonista es que en su retiro espiritual se cruzarán pirómanos y sadomasoquistas. Mientras que Eva y las niñas viajarán en el mismo avión que Sol Campito, traficante de las drogas más vanguardistas.

En esta ocasión, las cuatrillizas cobran un protagonismo especial, relegando a Wilt a un segundo plano, gracias a sus salidas de tono con el religioso y conservador matrimonio sin hijos Immelmann, tíos de Eva, a los que ésta pretende impresionar para que al morir dejen su fortuna a las pequeñas Wilt. Las conversaciones sobre sexualidad y sodomía se suceden a un ritmo vertiginoso en un clima antediluviano idóneo para provocar el malentendido, la burla y el sarcasmo. Tom Sharpe muestra, con su ilimitada imaginación y su sentido del humor, la doble moral americana, como ya hiciera en La gran pesquisa (1977).

Wilt no se aclara es una novela imprescindible en el universo de este fracasado personaje, que provoca en sus lectores y asiduos comprensión y empatía. Y es que las novelas de Sharpe no están tan lejos de la realidad como puede parecer, tan sólo un poco alteradas.

martes, 18 de noviembre de 2008

Wilt: el irreverente personaje de Sharpe (Segunda Parte)


El británico Tom Sharpe demuestra un talento brillante para ligar unos sucesos con otros y componer una red de malentendidos, atrocidades y estupideces propias de una comedia televisiva o cinematográfica. Sus historias, aderezadas con los personajes más irreverentes que podamos imaginar, nos invitan a reír a carcajadas. Ofrecen al lector todo tipo de conflictos pintorescos y sorprendentes, desde fetichismos descabellados hasta embalsamamientos desproporcionados. Las sátiras más disparatadas y salvajes del autor: Reunión tumultuosa y El bastardo recalcitrante, entre otras, son buena muestra de ello. O Wilt, sin ir más lejos.

Si en la entrada anterior conocíamos la novela que abre esta particular tetralogía, nada mejor para adentrarse en el universo Wilt que analizar las tres aventuras posteriores de nuestro antihéroe: Las tribulaciones de Wilt, ¡Ánimo Wilt! y Wilt no se aclara. En ellas Tom Sharpe demuestra no sólo una capacidad innata para el humor catastrófico, sino una gran solvencia para la crítica. El modus operandi de la policía, el sistema educativo inglés y la sexualidad vuelven a ser objeto de su ironía y sarcasmo.

En Las tribulaciones de Wilt, la segunda novela que narra las peripecias y desdichadas aventuras de este peculiar personaje, nos encontramos, una vez más, ante un inglés blando, cobarde y degenerado, dominado por su mujer, la infatigable Eva, y ahora también, por sus imprevisibles cuatrillizas. Y es que en la obra del autor, las mujeres, en general, aunque carecen de cualquier atractivo físico, gozan de una determinación e iniciativa para la resolución de problemas de la que no disfrutan sus congéneres masculinos, descritos como seres simples, anticuados y anodinos.

En esta ocasión, la vacilante vida de Henry Wilt resulta ser una auténtica caja de sorpresas, que destaca por la cantidad de absurdos, tanto planeados como imprevistos, con que cuenta. En la Escuela Técnica, donde Wilt pasa la mayor parte del tiempo con el fin de esquivar sus responsabilidades como marido y padre, debe enfrentarse a un nuevo y regocijante problema: un alumno ha sodomizado un cocodrilo de juguete por iniciativa de un profesor del centro. Mientras, Eva sigue dedicándose con un fervor vehemente a sus diferentes pasiones alternativas, medicinales, nutritivas y religiosas.

Un día Eva decide alquilar una habitación en la planta alta de la casa a una estudiante alemana y Wilt comienza a padecer los tormentos del amor imposible hasta que descubre que la guapa alemana es una despiadada terrorista internacional. Para empeorar las cosas, el inspector Flint se hace cargo del caso con la esperanza de vengarse del sufrido profesor tras el suceso de la muñeca hinchable.

Al no poder probar su culpabilidad, Flint intentará resarcirse en la tercera novela, titulada ¡Ánimo Wilt!, en la que los lavabos del politécnico son testigo de la muerte por sobredosis de la hija de un distinguido lord británico. Entretanto, para costear los estudios de sus cuatro hijas en una escuela para niños superdotados, Wilt da clases en una base de misiles norteamericanos y en una cárcel cercana. Dedica tanto tiempo al trabajo que se siente sin fuerzas para practicar con su esposa la lujuria nocturna de rigor que ella solicita, así que ésta decide administrarle un potente y horrible afrodisíaco. El ardor sexual de Wilt se descontrola en el peor momento, cuando la base aérea es puesta en estado de alerta por infiltración de un espía soviético.

Como no podía ser de otra manera en la obra de Sharpe, una mujer toma las riendas de la acción en el relato. Se trata de Eva, la rolliza esposa de Wilt, que en esta entrega adquiere un protagonismo especial, muy diferente al que nos tenía acostumbrados.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Wilt: el irreverente personaje de Sharpe (Primera Parte)


Uno de mis escritores favoritos es Tom Sharpe, al que rindo homenaje en esta bitácora no sólo dedicándole unas líneas sino dándole a mi nueva aventura en la blogosfera el título de una de sus divertidas obras, Una dama en apuros. El octogenario novelista británico, afincado en la Costa Brava, presume de ser uno de los autores que más hace reír de nuestros días. Sus novelas, repletas de disparatadas escenas, sorprendentes conflictos y situaciones extremas como la inolvidable explosión de doscientos cincuenta preservativos inflados de gas natural en Zafarrancho en Cambridge o el procedimiento utilizado por Lockhart Flawse para desalojar a sus vecinos en El bastardo recalcitrante, nos ayudan a hacernos una idea de cuan lejos puede llegar la endiablada imaginación del autor, que además aprovecha la mínima oportunidad para lanzar un ataque al sistema educativo inglés, desacreditar a la policía o realizar una feroz crítica de la política del país.

La peculiar galería de personajes de Sharpe alberga retratos de voluminosas mujeres de fuerte carácter, hombres necios y absolutamente tarados y caballeros ingleses ligados firmemente a las costumbres del pasado. Pero su personaje más afamado y extravagante es Wilt, envuelto en un aura de imprudencia y torpeza que hace de él uno de los antihéroes de la literatura más relevantes de los últimos años.

Las aventuras de Henry Wilt se dividen en cuatro novelas. La primera, publicada en 1976 bajo el título de Wilt a secas es una comedia singular, fresca, de ritmo frenético y lectura rápida. En ella, Sharpe nos presenta a un profesor de humanidades de un centro de formación profesional totalmente desmotivado. Sus alumnos -fontaneros, instaladores de gas...- no parecen muy entusiasmados con la idea de asistir a sus clases. Mientras, su esposa Eva se entrega con absoluta dedicación a cualquier actividad o moda pasajera que aparezca en el barrio: yoga, meditación trascendental, alfarería o reciclaje orgánico. Ante este panorama, Wilt sólo puede concebir una vida propia sin las inquietudes de Eva. Así que cada día, cuando saca a pasear al perro, imagina diferentes formas de asesinarla.

La llegada de unos nuevos vecinos bastante inusuales, que proclaman la liberación sexual de la mujer, tienen todo un arsenal de juguetes eróticos y utilizan expresiones tan jugosas como nene pene, ninfomaníaca o chupar las tetillas, trastocará la monotonía de la pareja. Un día, Eva desaparece y en las inmediaciones de la escuela, donde trabaja el desafortunado profesor protagonista, la policía halla, bajo toneladas de hormigón, una muñeca hinchable vestida con la ropa de la señora Wilt. Un cúmulo de casualidades sin sentido hace que Wilt sea considerado el principal sospechoso.

Uno de los textos más desternillantes que nos ofrece el autor en esta obra lo encontramos en el interrogatorio. Surrealista, divertido y absurdo.