La necesidad de evasión, afán y anhelo de buscar lo distinto, lo aristocrático, desemboca, sobre todo, en una especial devoción por París, inspiración y meta de multitud de jóvenes, con su Montmartre y sus cafés. Allí se dan cita un sinfín de escritores, fotógrafos, maestros y artistas, bohemios y dandys. París representa el amor y el erotismo, más allá de lo físico, y así ha sido plasmado en el cine, la poesía y la música, como el concepto de algo bello e inigualable, digno de grandes pasiones y reflexiones, imprescindible, necesario y vital para alcanzar la felicidad.
Es por ello por lo que el cine ya no es sólo un vehículo fugaz y seductor para contar historias, entretener y emocionar, sino una ventana a los barrios, ciudades y países vecinos. Sus calles, gastronomía y gentes se armonizan con la ficción, ofreciendo su mejor cara, la de postal de bellos colores, una imagen seductora, emocionante y conmovedora, donde los amantes pasean al atardecer y los besos son capturados sobre el puente insignia de la ciudad.
Las jóvenes, ávidas de emoción, experiencias y juventud eterna, han idealizado París y la han convertido en la ciudad del amor, ejemplo de pasión por la vida. Y buscan en sus callejuelas encantadas, tenuemente iluminadas, ser descubiertas por un amante trasnochado, paradigma del amor imposible, con el propósito de alcanzar una madurez viva y decidida.
Imprescindible.
Y bajo el destacado influjo de la literatura y las artes se desarrolla An Education (2009) de Lone Scherfig, una novedosa e interesante propuesta cinematográfica que aporta aire puro a la fatigosa cartelera actual. An Education nos transporta a las pasiones y entelequias propias de una adolescencia curiosa e insensata, a las fantasías y ensueños de madurez, de la mano de la brillante estudiante de 16 años Jenny (Carey Mulligan), una joven que se debate entre dos mundos opuestos en el marco de una sociedad en constante renovación, la de los 60, en la que la mujer comienza a despuntar y acceder a nuevos roles sociales hasta ahora reservados al hombre. Así, Jenny pretende estudiar literatura en Oxford, viajar a París, hablar francés y fumar cigarrillos a las orillas del Sena, en un ejercicio de exaltación de la cultura que idolatra y admira.
Es entonces cuando conoce a David (Meter Sarsgaard), un hombre maduro que satisfará las quimeras y ensoñaciones de juventud de Jenny con cenas elegantes, subastas de arte y viajes, envolviéndola en un halo de simulada madurez y vanidad y apartándola de su idea de ir a la Universidad, pues todo aquello que ambicionaba ya lo disfruta sin esfuerzo alguno.
El escritor británico Nick Hornby es el autor del guión de An Education, basada en el libro de Lynn Barber del mismo nombre. Es, sin duda, una película deliciosa de principio a fin gracias, entre otras cosas, a la banda sonora, en la que se suceden atractivas y fascinantes melodías como Sous le ciel de Paris de Juliette Greco o la desgarradora voz de Duffy en Smoke without fire, así como a una estética y una fotografía exquisita, tremendamente cuidadas. Destaca también la maravillosa y sorprendente interpretación de Carey Mulligan (Premio Bafta a la Mejor Actriz).
Imprescindible.